Por la Defensa de la Dignidad Campesina y la Organización Comunitaria
Watsonville- El 7 de Agosto el pastor Lawrence Robles, en representación de la Iglesia Episcopal de Todos los Santos/Cristo Rey salió de nuestra reunión en donde buscábamos discutir una extensión de arrendamiento para uno de nuestros jardines comunitarios. La obispa Lucinda Ashby y el pastor Robles desdicen que nuestros miembros tienen de alguna manera responsabilidad sobre actividades criminales en la propiedad de la iglesia. Ahora mencionan que “trabajamos condiciones para una extensión de 90 días, que estamos comprometidos al diálogo claro y frecuente”, sin embargo esta conversación finalmente se abre después de inundar con los medios las redes sociales. Como trabajadores indigenas agrícolas, migrantes y personas de color, hemos experimentado este tipo de acusaciones racistas hacia nosotros demasiadas veces. Demasiadas instituciones tienen una larga historia de opresión y desplazamiento de familias de color, familias indígenas y familias campesinas. Nuestra frustración es excesiva al ver esto reflejado nuevamente en la actitud hostil del pastor Robles cuando nos culpa por cosas que están fuera de nuestro control, al salir furioso de nuestra primera reunión el 7 de Agosto y al sostener que debemos cumplir con condiciones que nos someten al escrutinio público y a la vigilancia sobre quien puede entrar o no a nuestro jardín.
El 18 de septiembre fue el segundo diálogo que se intentó, representantes de la Iglesia Episcopal de Todos los Santos/Cristo Rey se negaron a eliminar las condiciones para una extensión del contrato. Mientras tanto los representantes de la diócesis e iglesia siguen implementando tácticas de división hacia nuestra organización.
“Todos y todas somos Tierras Milperas. La tierra que hemos trabajado tiene 12 años de nuestro sudor. Una tierra que hemos resucitado. En los últimos dos años nos organizamos. Si quieren echar a uno tendrán que echarnos a todos.”
La nueva administración de la iglesia episcopal nuevamente se negó a respetar nuestra organización y trató de hacer sus propios juicios sesgados sobre jardineros individuales. Hicieron acusaciones infundadas sobre el comportamiento de nuestra comunidad, sin ningún tipo de prueba o evidencia, sentimos que la única explicación de sus acusaciones es racismo, clasismo y el sentimiento anti-inmigrante. No permitiremos que esta institución y ninguna otra rastree a las familias que cuidan este jardín. Estamos siendo perfilados injustamente porque la Iglesia no requiere los mismos registros privados de otros grupos que arrendan el espacio de la Iglesia. Nos negamos a ser tratados de manera diferente por estar organizados y por ser de familias migrantes. El término del contrato y la extensión de 90 días condicionados han sido injusticias implementadas por la iglesia sin ningún fundamento ni evidencias y se han convertido solo en señalamientos.
“Vuelve a repetir el padre que la seguridad y la seguridad y yo le dije la otra vez que compartí nuestras soluciones y se acabaría el problema, por que tiene que estar repitiendo la seguridad? Si el anterior padre nunca se comento eso todo estaba bien tranquilo todos estábamos bien teníamos comunicación todo estaba bien y de la noche a la mañana llega este padre vienen y cambia todo. Que estamos haciendo algo ilegal que esto y que hubo tantas cosas que se nos culpan de algo que no hemos echo absolutamente nada de lo que se nos acusa. Que le den una solución a esto, porque esto ya a llegado muy lejos. ”
Ahora por la pena que les causan las verdades que presentamos, quizá pensaran que al borrar sus comunicados en el blog de la diocese dé el camino real y publicar sus notas de Julio en Septiembre ¿Creen que nos olvidaremos de los daños que han causado? Merecemos un diálogo abierto sobre la verdad para reconocer esta historia, reparación y restauración del respeto y la confianza que ellos han quebrado.
La verdad no se borra al bajar una página de web o pedirnos que no veamos hacia atrás.
